3 de agosto de 2009

LA COPE ES MUCHA COPE

El 31 de agosto se pondrá en marcha la revolución que en los últimos días estamos viviendo en la COPE: un cambio total de comunicadores, de estilo, de voces… en fin una pequeña vuelta a los orígenes. Puesto en una balanza del lado positivo está la apuesta por la marca y la puntilla a la radio de las estrellas que tantos disgustos nos ha dado en los últimos años, tanto en lo económico como en la línea. Si el proyecto cuaja, y cuaja pronto, significará que por fin somos mayores de edad y que por primera vez COPE es marca y diferencia. En el lado negativo, el momento: con una crisis galopante que nos puede arrastras a situaciones más dramáticas que un ERE. Pero hay otro aspecto que más que preocuparnos nos espanta: la arbitrariedad con la que se están tomando algunas decisiones: la desaparición del programa “La Luna”, comunicado a su directora a finales del mes para ser sustituida por dos personas procedentes de la Conferencia Episcopal Española. ¿qué va a ser de los trabajadores del equipo de la Luna? Es hoy el día en que todavía no lo saben. También hemos tenido noticias de que el responsable de la programación socio religiosa de la casa propuso a la casa que se extinguiera el contrato a una de las personas de su equipo. Afortunadamente el director de contenidos ha reaccionado con corazón y la ha trasladado a otro departamento. Son solo algunos ejemplos de la arbitrariedad que el totum revolutum que estamos viviendo provoca en COPE Madrid, actitud trasladable a las emisoras dónde seguro los directores aprovecharán la situación para sacarse de encima a compañeros y compañeras especialemte “incómodos”. Estas situaciones nos dan a entender que en pocos meses vamos a vivir una tanda de despidos objetivos o bien de no renovaciones de trabajadores que serán sustituidos por otros elegidos con criterios que preferimos no comentar, teniendo en cuenta que tan solo nos han dicho que depende del jefe de departamento. Ahí es nada. Ni los servicios prestados, ni la capacidad profesional, nos tememos servirán de mérito en algunos departamentos. En otros, nos consta que ha habido una defensa férrea de cada uno de los trabajadores fijos y temporales, a los que se ha recolocado para impedir su salida de la empresa. Consideramos absolutamente reprochable que la dirección de esta empresa permita incluso fomente en algunos casos desmanes de este tipo y desde esta Sección Sindicial somos incapaces de comprender la pasividad de los Comités de Empresa, actitud que nos obliga a apagar fuegos casi a diario. Para eso estamos, y para eso seguiremos estando, pero la fuerza de la Sección Sindical no es comparable a la de los Comités, que no han tomado ninguna decisión ni para evitar estas situaciones ni tan siquiera para denunciarlas.

Esperemos no encontrarnos en septiembre con una escabechina brutal de imposible solución. Nuestros teléfonos estarán abiertos, así que, al menos con nosotros contáis.