El pasado 18 de octubre se celebró una Asamblea de Delegados de los Trabajadores
de la Cadena COPE
ante la inminente apertura de la negociación del Convenio Colectivo.
Para este año
se hizo una negociación de transición, tras muchos años de congelación, que se
cerró con el reconocimiento de la pérdida de poder adquisitivo durante estos
años (el 6,14%), la subida de un 1,5 % para este año y el compromiso de ir
aplicando el resto de este porcentaje en los futuros Convenios. También el
compromiso de que la empresa destine la mitad de los beneficios de 2016 a compensar parte del
esfuerzo salarial realizado por la plantilla, y la adecuación de la ley a algunos
artículos que lo precisaban.
Los delegados
plantearon, para que así se presente en la negociación, la recuperación del
poder adquisitivo perdido pendiente (el 4,64%), la reclamación del resto de las
cantidades que se aportaron a la empresa en el “Plan Social”, la mejora de los
artículos referidos a conciliación de la vida laboral, tanto con respecto al cuidado
de hijos como de mayores y personas dependientes a cargo, y una mejor
regulación del trabajo en fines de semana. Los delegados apoyaron al Comité Intercentros
en su empeño de mejorar la contratación.
Tras un
interminable periodo de ajustes, la Cadena COPE este año, por fin, arrojará un
balance positivo, con unos beneficios de más de 4 millones de euros. El camino
ha sido largo, duro y comprometido: no en balde la plantilla, agentes comerciales
libres, colaboradores y los que se han quedado en el camino, han aportado a la
empresa unos 12 millones de euros, renunciando a un porcentaje de su salario
durante la larga crisis.
Varias
operaciones financieras (venta de acciones en autocartera, alquiler de espacio
en los centros emisores a Abertis, etc.), junto con las aportaciones de todos
nosotros y el fichaje de los comunicadores más consumados y prestigiosos de la
radiodifusión -el equipo de deportes y Carlos Herrera- han posibilitado que la Cadena COPE se
convierta en una de las empresas más solventes y con más futuro de la
radiodifusión.
Paso a paso,
negociación a negociación, hemos ido normalizando una situación que nos abocaba
irremediablemente al precipicio.
Ahora bien,
no debemos olvidar que a la crisis económica se sumó en nuestro caso una situación
económica sumamente débil provocada por decisiones muy poco acertadas de una
dirección que, afortunadamente, ya no está en la empresa. Cuando la crisis
empezó a asomar, COPE contaba con 25 millones de euros en su tesorería. Este
dinero estaba ahí para paliar justamente un mal momento económico. Sin embargo se
invirtió en un sobredimensionado departamento de Internet y, especialmente, se
destinó a financiar Popular Televisión. El agujero sin fondo que supuso el
proyecto de televisión, unido a la larga crisis, casi nos arrastra a la desaparición.
Por otra parte, los beneficios que el principal accionista había recibido de
COPE durante los años anteriores se destinaron íntegramente al proyecto de
televisión, unos 42 millones de euros, según informaciones que no hemos podido
contrastar.
Fue condición
indiscutible de la representación de la plantilla de COPE la desvinculación
absoluta de la radio y la televisión, visto el daño brutal que estaba provocando a la radio, la única que ingresaba
dinero. Exigencia aceptada por la dirección de la empresa y firmada en un acta.
COPE inició su difícil remontada sin dinero y con deudas que afrontar procedentes
de Popular Televisión, finalmente cerrada. Hoy por hoy, todo parece indicar que
COPE tiene todas las papeletas para recuperar el puesto que tanto en la
sociedad como en volumen de negocio merece, y la dignidad salarial de su
plantilla. Tanto el Comité Intercentros como las secciones sindicales de CCOO y
UGT dirán un NO rotundo a la posibilidad de que COPE pueda arriesgar su
viabilidad económica con 13TV, que no ha conseguido consolidarse económicamente
y tiene sus cuentas en número rojos, mientras las de COPE, con nuestro esfuerzo
y sufrimiento, han retomado y se han saneado sobradamente.
Criticaremos
con fuerza cualquier decisión que la dirección de COPE adopte si entendemos que
no es positiva para la buena marcha de la empresa, pero NO consentiremos que
otra vez se nos empuje al agujero financiando un proyecto que puede arruinar la Cadena en la que tanto
empeño, afecto e ilusión hemos puesto los trabajadores y en la que están
puestas todas las esperanzar de futuro tanto las nuestras como las de nuestras
familias.