Nuestra compañera y Delegada Sindical de CCOO ha obtenido el Luis Carandell de periodismo parlamentario, en la especialidad de crónica senatorial, el primero que consigue la COPE en la historia de este premio.
Ante todo, la enhorabuena por un galardón muy prestigioso, algo demostrado por la presencia de miembros de la familia real en el acto de entrega, que viene a poner de manifiesto el magnífico trabajo realizado por Sefi desde su incorporación al Senado como responsable de la información de la Cámara Alta. Y después, el reconocimiento por haber logrado algo especialmente complicado: el consenso de todos los partidos, trabajando en un medio de comunicación que no suele ser el favorito de los políticos de izquierda.
Es obvio que el talante y el saber hacer de Sefi ha llevado su labor por encima de las visiones partidistas, las unanimidades imposibles y la proximidad de los comicios que van a renovar ambas cámaras parlamentarias. Lejos queda ya la etapa en la que pateaba el asfalto de Vigo para obtener la información más actual e impactante de la capital olivica, las noches de los fines de semana en la redacción central de COPE pisando una moqueta irregular y sonora, y la vuelta a las calles -esta vez las madrileñas- en el equipo de Ángel del Río (que recientemente ha obtenido un premio de la Asociación de la Prensa de Madrid y a quien también damos nuestra enhorabuena).
Ahora Sefi pisa los mármoles y las alfombras del Senado, mantiene un contacto directo y diario con sus señorías, ha logrado que la información senatorial adquiera un rango de primer nivel sacándola del puesto colateral que ocupaba, y ha provocado que otros medios hayan decidido situar en la Cámara Alta un redactor permanente para no perderse las noticias que allí se generan.
Esto es muy fácil de decir pero muy difícil de lograr. Y ese mérito ha sido finalmente reconocido por los propios parlamentarios, los que disfrutan con los elogios y sufren con las críticas. Ellos han decidido que ha sido la mejor informadora del Senado durante el pasado año. Algo tendrá Sefi cuando la bendicen.
Ante todo, la enhorabuena por un galardón muy prestigioso, algo demostrado por la presencia de miembros de la familia real en el acto de entrega, que viene a poner de manifiesto el magnífico trabajo realizado por Sefi desde su incorporación al Senado como responsable de la información de la Cámara Alta. Y después, el reconocimiento por haber logrado algo especialmente complicado: el consenso de todos los partidos, trabajando en un medio de comunicación que no suele ser el favorito de los políticos de izquierda.
Es obvio que el talante y el saber hacer de Sefi ha llevado su labor por encima de las visiones partidistas, las unanimidades imposibles y la proximidad de los comicios que van a renovar ambas cámaras parlamentarias. Lejos queda ya la etapa en la que pateaba el asfalto de Vigo para obtener la información más actual e impactante de la capital olivica, las noches de los fines de semana en la redacción central de COPE pisando una moqueta irregular y sonora, y la vuelta a las calles -esta vez las madrileñas- en el equipo de Ángel del Río (que recientemente ha obtenido un premio de la Asociación de la Prensa de Madrid y a quien también damos nuestra enhorabuena).
Ahora Sefi pisa los mármoles y las alfombras del Senado, mantiene un contacto directo y diario con sus señorías, ha logrado que la información senatorial adquiera un rango de primer nivel sacándola del puesto colateral que ocupaba, y ha provocado que otros medios hayan decidido situar en la Cámara Alta un redactor permanente para no perderse las noticias que allí se generan.
Esto es muy fácil de decir pero muy difícil de lograr. Y ese mérito ha sido finalmente reconocido por los propios parlamentarios, los que disfrutan con los elogios y sufren con las críticas. Ellos han decidido que ha sido la mejor informadora del Senado durante el pasado año. Algo tendrá Sefi cuando la bendicen.
