7 de junio de 2008

A QUIEN CORRESPONDA

Desde la Sección Sindical de CCOO en COPE Madrid entendemos y respetamos la postura pública de algunos miembros del comité ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española. Podemos comprender que la actual línea de la Cadena COPE y las opiniones de algunos comunicadores rechinen a los que encabezan la iglesia católica española y entendemos además su derecho a decirlo públicamente. Vaya por delante desde esta Sección Sindical nuestro reiterado respeto a esta actitud y a esta forma de actuar. Ahora bien, desde la representación que nos corresponde de los/as trabajadores/as no somos capaces de comprender qué se busca con esta actitud que lo único que consigue es desestabilizar el ya frágil equilibrio de este medio de comunicación. No entendemos cómo los miembros del comité ejecutivo de la Conferencia Episcopal contrarios a la presencia de algunos comunicadores en la COPE recuerdan y reafirman esta postura ahora o durante las negociaciones para la renovación, sin ofrecer alternativa viable y con la misma garantía de resultados que el producto que ahora mismo estamos ofreciendo. Si nos les gusta, que repetimos, es comprensible, ¿por qué no han buscado fórmulas alternativas que garanticen puestos de trabajo y salarios? La plantilla de la Cadena COPE todavía sangra por la herida abierta en 1.992, cuando 200 compañeros fueron despedidos en un terrible expediente de regulación de empleo. ¿Creen los responsables de la Conferencia Episcopal que es más dañina para la iglesia católica española la línea de la COPE que dejar en la calle a muchos trabajadores? ¿Cómo tenemos que entender eso los que ponemos la cruz en la casilla de la iglesia?

Nos parece también absolutamente reprobable que los comunicadores utilicen los micrófonos de la COPE para responder a los miembros de la Conferencia Episcopal críticos con su labor. Se supone que debe haber otras vías de comunicación y si no las hay, habrá que abrirlas para no convertir la radio en un patio de colegio en el que cada uno diga al otro… “y tu más”. Para un millar de personas esto no es un juego, es su medio de vida, y en nombre de esas personas nos atrevemos a hablar. La perspectiva económica del país no es buena para la radio. Grandes empresas de comunicación están barajando la posibilidad de ajustar plantillas. La publicidad en medios ha caído en lo que va de año un 30%. La COPE se va manteniendo pero ¿hasta cuando? ¿cuál es la perspectiva de futuro si públicamente el propietario critica al comunicador y el comunicador al propietario? Lo único que pedimos es un ejercicio de responsabilidad, que detrás de todo este embrollo hay familias, trabajadores y trabajadoras que son como siempre el eslabón más débil.