“La revolución mediática trae consigo nuevos debates sobre la libertad de expresión, la naturaleza de la reglamentación o el equilibrio entre expresión y responsabilidad. Que no nos asuste explorar estas cuestiones desde todos los ángulos. Todos por un igual debemos mostrarnos a la altura de las circunstancias y asumir la responsabilidad del cambio”.
Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas
Navi Pillay, Alta Comisionada para los Derechos Humanos
Irina Bokova, Directora General de la UNESCO.
El Día Mundial de la Libertad de Prensa se celebra, desde hace 20 años, cada 3 de mayo en todo el mundo. Veinte años después, el panorama mediático ha cambiado hasta volverse irreconocible, pero nuestro objetivo sigue siendo el mismo: promover la libertad de expresión como fundamento de la dignidad humana y piedra angular de la democracia, y defender a los medios de comunicación de los atentados contra la independencia.
Nuestra época muestra una gran paradoja. Gracias a las nuevas tecnologías y los nuevos medios de comunicación, nuestras posibilidades de expresión han alcanzado cotas sin precedentes. Este nuevo alcance de los medios de comunicación ha enriquecido los recursos de noticias e información y han reconfigurado el paisaje tradicional de la prensa impresa, la radio-televisión y las agencias de noticias. Pero los ataques contra la libertad de prensa y al ejercicio del periodismo, pese a este nuevo alcance que permiten los medios de comunicación del siglo XXI, se han intensificado y sofisticado. Cada vez es más difícil ejercer el oficio de periodista, en medio de una inmensa red de intereses mercantilistas y partidistas que pretenden controlar toda la información.
CCOO reivindica la libertad de expresión, como medio fundamental para construir democracias vigorosas, contribuir a la buena gobernanza, promover la participación ciudadana y el Estado de derecho, y alentar el desarrollo humano. El derecho a la libertad de expresión rige tanto en Internet como en los medios de comunicación más tradicionales: prensa, radio y televisión. La tarea consiste en aprovechar al máximo el potencial de Internet y de los medios de comunicación electrónicos sin comprometer las libertades civiles, comprendido el derecho a la libertad de expresión y la vida privada.
CCOO considera que, la garantía del derecho democrático a una información plural y de calidad necesita, entre otras cosas, de una ley, la Ley Orgánica de Garantías del Derecho a la Información de la Ciudadanía que propone CCOO que defina los derechos y deberes de los periodistas y ponga límites a los propietarios de los medios y a los propios profesionales que consideren la información sólo como mercancía y no como servicio público a los ciudadanos.
En el Día mundial de la libertad de prensa es importante decir, una vez más, que el periodismo de calidad es vital para la democracia y sólo puede alcanzar sus objetivos, cuando los periodistas han logrado condiciones de trabajo decentes y el respeto a su oficio.
CCOO afirma también que la libertad de prensa y los derechos profesionales de los periodistas son cuestionados incluso en los países democráticos, donde los cambios económicos y tecnológicos llevan aparejado un claro deterioro en las condiciones de trabajo y terminan socavando la pluralidad de los medios de comunicación.
CCOO denuncia que muchas empresas aprovechan la crisis para reducir sus plantillas y abaratar los costes, lo que degrada las condiciones laborales y profesionales de los periodistas. La consecuencia de ello es que se ve seriamente perjudicado el derecho fundamental de la ciudadanía a recibir información veraz y plural.
CCOO denuncia la campaña contra las televisiones públicas que llevan a cabo algunos partidos políticos y una patronal insaciable que reclama el cierre de emisoras públicas, la ausencia de un modelo de financiación estable y la privatización de las televisiones autonómicas. La privatización no garantiza la pluralidad ni la calidad de la información, más bien al contrario.
CCOO exige al Gobierno y a los grupos parlamentarios que no se sometan a los intereses comerciales de los grandes grupos empresariales de comunicación y apuesten de manera decidida por impulsar el derecho fundamental de la libertad de expresión y el derecho a la información veraz y plural.
